Visitamos el primer Monasterio Patrimonio de la Humanidad, la Iglesia de San Jorge con sus frescos con fondo azul representando el juicio final. La monjita les pidió a los compañeros de viaje que cantasen algo, Begoña canto una salve a la Virgen que emociono a más de uno, yo me lo perdí estaba ya tomando una caña con Angel.
En el mismo monasterio estaban restaurando este tejado con madera que me encanto.
Rober.
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