Pasamos la tarde de compras por Ushuaia, siempre en compañía de Paco y María, tomamos nuestras cervecitas o cafés y al final fuimos a cenar la famosa centolla al famoso restaurante el Viejo Marino, tuvimos que hacer cola para poder entrar.
Ya dentro, nos dejamos aconsejar y así pudimos descubrir la deliciosa merluza negra.
Buena comida y buen trato.
De camino al hotel tomamos el café en el Recreo , una casa restaurada con un montón de historia.
Rober.
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